Senador Mario Bergara:
La entrega de un pasaporte a un narcotraficante es un escándalo de enormes proporciones. El gobierno no logra trasmitir por qué se llegó a este escándalo que no le hace bien a la reputación del Uruguay, ni a la confianza que deben generar los gobiernos en la ciudadanía.
El gobierno expidió en circunstancias inusuales un pasaporte a una persona con antecedentes, que estaba siendo investigada internacionalmente por delitos graves y que estaba preso por utilizar un pasaporte falso.
Es un caso muy delicado que no ameritaba un trámite normal como reivindica ahora el gobierno. Todas las alertas estaban encendidas para que no se tratara como un caso común, es inadmisible.
Las autoridades nos dicen que no sabían en noviembre del 2021 quién era Marset. No es de recibo que los ministros se desayunen de que se trataba de un peligroso narcotraficante en marzo. Bastaba con mirar la prensa local.
La vicecanciller recibió en su despacho al abogado de Marset. Es muy claro que sabían quién era el solicitante. Además le entregaron el pasaporte impreso en mano a un apoderado. Algo que se hace solo para 30 casos en 10.000, es sumamente excepcional.
Nosotros con el decreto del 2014 no le hubiéramos entregado el pasaporte, porque la norma permite formas de discrecionalidad ante casos imprevistos como este.
Es imposible corregir errores si primero no se los reconoce. Que los ministros afirmen que este episodio no afecta la credibilidad ante la ciudadanía y la comunidad internacional es muy preocupante.
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