Dato mata relato: ¿Hubo efecto LUC sobre los delitos en Uruguay?
Diego Olivera Couto Braulio Zelko 1
Los defensores del NO han sostenido, como uno de sus principales argumentos, que gracias a la LUC se lograron bajas significativas en los delitos. Este argumento es falaz y ha sido elaborado a partir de una comparación muy simplificada en las cifras anuales del 2020 contra las del 2021 y también comparando éstas con años anteriores. A partir de marzo del 2020 emerge un evento completamente disruptivo como es la pandemia del COVID 19, la cual ha generado efectos distorsivos en todas las facetas de la vida social, incluyendo la actividad delictiva, la cual también está condicionada por los niveles de movilidad social general. Es imposible considerar un eventual efecto de la LUC sobre los delitos sin considerar esta dimensión. Para exponer la falsedad del relato elaborado por la coalición gobernante proponemos observar la evolución mensual del indicador más confiable de la actividad delictiva en un país: los homicidios.
Como se aprecia en el gráfico, existen dos períodos donde se registra un pronunciado descenso de los homicidios. Ambos coinciden con el desarrollo de las 2 grandes olas de contagios de COVID 19, en torno al segundo trimestre del 2020 y al mismo trimestre del 2021. En el primero de estos importantes descensos en los homicidios durante el 2020 la LUC aún no estaba aprobada, con lo cual es imposible hablar de su efecto sobre la criminalidad. Posteriormente, durante el último trimestre del 2021 se observa un preocupante repunte en los homicidios en cifras similares a las existentes durante la pre pandemia, pero ahora con la LUC en plena vigencia.
Observemos ahora la evolución de las rapiñas. Para detectar si existe el pretendido efecto LUC recurrimos a la comparación con Chile, país de la región con el que es usual compararse en diferentes áreas, por similitud o contraste. En materia de gestión sanitaria, ambos países tuvieron una tónica similar, transitaron olas en momentos parecidos y alcanzaron importantes niveles de vacunación de su población. En el caso de las rapiñas también vemos una reducción de los delitos asociada al inicio de la pandemia, y un comportamiento posterior similar en los dos países, aunque bastante peor en el caso de Uruguay
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